sábado, 3 de noviembre de 2012

Cuando se acaba el amor



Si tus ojos mostraran algo más que mi reflejo, entonces solo vería razón para verme en ellos. Si mi sonrisa fuese motivo de tus alegrías, reiría día a día por ver incansablemente tu felicidad. Si fueses tú el que me amara, no encontraría excusas a mis palabras, no habría razón a su pronuncia ni la dificultad de su peso.
No me culpes por buscar otros ojos en los que mirarme, por querer otra sonrisa que sea espejo de mi felicidad. No me culpes cuando fue tu causa la que me llevó a dejar de intentarlo.

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