Sucumbió a la noche el alma que tanto ansiaba de luz,.... se deja ir. Ya había derrotado su fuerza y luchó, pero el negro despertar de cada mañana, no le dejaba ver un después, no había tal mañana. Guardó en su adentro lo bueno, que aunque poco, era suficiente, guardó la esperanza de un después, guardó la esperanza de un encuentro,.... recordó, y por un segundo, sonrió .......y se marchó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario