De rosas están hechos los caminos del amor, y ciegos a sus trampas, damos pasos en dirección al destino y al quinto paso, al quinto pinchazo, lo que uno llama desamor, no es mas que otro fraude a ojos de Dios, una desesperada huida, una cobardía mas, un bonito sueño,...por que ¿que son los sueños sino vagos recuerdos de un tiempo mejor? Y mientras duele el pinchazo, pongo tierra en el camino, planto una nuevo rosal y olvido que un día, el amor fue el que movió mis pasos y no mi absurda y obstinada cobardía.