Si
supieras cuanto te estas perdiendo, no encontrarías consuelo ni en mil años de
lagrimas. Algún día lo sabrás, y bien sabe Dios que estaré para verte sufrir, y
bien sabe Dios que sufriré, por que ni mil años de lagrimas, ni tan solo uno te
hubiese deseado jamás.
2 comentarios:
Rocio, esta queda dedicada a ti. un besote enorme
Muchisimas gracias. No todo el mundo tiene el don de transmitir tanto con palabras. Cultiva tu don. Un beso
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