Quién le enseña al tiempo? Lujurioso, caprichoso y sobervio tiempo. Incredula de mí, insconsciente y espectante, donde la ilusión y los sueños son proyectos de futuro, donde solo el caprichoso tiempo domina lo que siempre creí que mis manos manejaban. Al final yo apredí; obligada a entender que una idea no es más que un momento de su tiempo; que su tiempo es mi sueño de un momento donde muevo mi mano y quizá, si así fuera su voluntad, logro alcanzar la ilusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario